Gestionamos muy diversos casos de reclamaciones de pagos que nuestros clientes han ido abonando a lo largo del tiempo por cláusulas abusivas.
Sin embargo, ya desde el 2012 la Unión Europea, y seguidamente en España, se dejó claro que en el sistema de protección de los consumidores, se entiende que por esa situación de inferioridad frente al profesional en que se acepta sin negociación las “condiciones redactadas de antemano por el profesional sin poder influir en el contenido de éstas” , los consumidores pueden anular posteriormente estas cláusulas abusivas aunque las hubieras firmado, y obtener las cantidades que en sus conceptos hubieran abonado.
En la práctica nos encontramos con diversas modalidades de estas cláusulas abusivas, como en préstamos hipotecarios, bancarios, tarjetas bancarias, contratos comerciales, etc., pero una modalidad particularmente usual e interesante son las que se establecen en las llamadas tarjetas revolving o de pago a plazos.
Como ya dijimos en una anterior entrada, una tarjeta revolving es un tipo de tarjeta de crédito cuya particularidad es que todas las transferencias de dinero que se hagan con ella (pagos, disposiciones de efectivo, etc.) se devuelven a plazos después de utilizar las cantidades solicitadas.
La principal “ventaja” de este tipo de la tarjeta revolving, aparentemente, es que tú decides cuánto quieres abonar periódicamente. Por lo general pagas una cuota fija cada mes, que suele y puede ser baja, o un porcentaje de la deuda pendiente.
El problema viene cuando se firma el contrato para obtener una de estas tarjetas e incluye cláusulas que implican, entre otras posibilidades, el pago de un interés a parte de la cantidad utilizada por el cliente (ya sea remuneratorio o de demora).
En este sentido, no todo interés vale: ya desde el año 2020 el Tribunal Supremo ha asentado los criterios para considerar los intereses de la tarjeta revolving como abusivos cuando se encuentren por encima del interés normal del dinero fijado por el Banco de España.
Por lo tanto, si su contrato contiene cláusulas abusivas y ha ido pagando estos intereses, tiene derecho a que se le devuelva el dinero, aun después de finalizado el contrato. En Agut&Plaza Asesores ya tenemos diversas experiencias exitosas al respecto, como por ejemplo la que mencionamos en una anterior entrada en que un cliente recuperó cerca de 6.000€.
Por lo que si quiere que revisemos su contrato para recuperar su dinero, CONTACTA CON NOSOTROS.
Somos un despacho con más de 15 años de antigüedad y con un fuerte arraigo en Burgos formado por varios abogados especializados en distintas materias, con una visión global del problema al que se enfrenta.